sábado, 15 de junio de 2013

Efectos nocivos de la Electricidad en el cuerpo humano y fulguración por rayos.




La energía es una propiedad asociada a los objetos y sustancias y se manifiesta en las transformaciones que ocurren en la naturaleza , esta misma energía esta implicada en la formación de rayos que son producidos por partículas positivas por la tierra y negativas a partir de nubes de desarrollo vertical llamadas cumulonimbos. Cuando un cumulonimbo alcanza la tropopausa, las cargas positivas de la nube atraen a las cargas negativas, causando un relámpago o rayo. Esto produce un efecto de ida y vuelta; se refiere a que al subir las partículas instantáneamente regresan causando la visión de que los rayos bajan. Un rayo puede generar una potencia instantánea de 1 gigawatio (mil millones de vatios),  pudiendo ser comparable a la de una explosión nuclear.
LOS EFECTOS QUE PUEDE PRODUCIR LA ELECTRICIDAD SOBRE EL CUERPO HUMANO SON PRINCIPALMENTE:
Causa de muerte por electricidad
Efecto
Asfixia debida a la contracción muscular.
La asfixia se produce por la contracción de los músculos respiratorios, el corazón continuo latiendo por un pequeño lapso de tiempo, se pierde el conocimiento rápidamente por falta de oxígeno.
Fibrilación de los músculos del corazón
Intensidades superiores a las que se necesitaría para tener un paro respiratorio en un corto tiempo (Segundos o menos) ocasionarían un para repentino del corazón. Esta situación corresponde a una contracción descoordinado y asincrónica de las fibras musculares del ventrículo, en contraste con su coacción rítmica y coordinada. Se produce más a consecuencia de un estímulo cardíaco anormal, que de una lesión en el corazón
Fallo simultaneo del corazón y respiración
Este es una medida proporcional a el tiempo de la descarga y la intensidad de esta en el cuerpo, pero la consecuencia es la misma, una paro total de las funciones vitales
Daños en los tejidos por quemaduras
Intensidades y sobre exposiciones a una fuente de corriente o energía  por un lapso largo de tiempo puede ocasionar una lesión del tipo quemadura, si que esta ocasione la muerte en el instante

Estos están directamente vinculados a tres factores eléctricos presentes en un circuito.
1.       Tensión:
La tensión es una fuerza. Por eso, en el momento de hacer contacto con un conductor puesto bajo tensión, se producirá una fuerza que contraerá los músculos.
El umbral de sensibilidad del cuerpo humano es de unos 50 V, y a partir de los 110 V es mortal.
2.       Intensidad de corriente:
Podemos decir que la corriente y la tensión producen los mismos efectos. Por ley de Ohm sabemos que la tensión es directamente proporcional a la corriente, por lo tanto, si en un circuito aumenta la corriente, la tensión lo hará también provocando la contracción muscular.
3.       Frecuencia.
La frecuencia produce un desfasaje en los latidos del corazón. El corazón tiene un ritmo de contracción controlado por unas células especiales. La electricidad altera ese ritmo, puede provocar un paro cardíaco y por consecuencia la muerte.
Los efectos que produce la frecuencia se pueden percibir a partir de los 50Hz (50 ciclos por segundo).
Corrientes Soportada por el cuerpo Humano
Grado de peligro
CA
CC
Observación
Mínimo
1 mA – 50hz
5 mA
Umbral de percepción a través de la piel para sentir su efecto
Medio
15 mA – 50hz o +
70 mA
Umbral de descontrol muscular sin producirse la contracción espasmódica de de los músculos.
Alto
20 mA – 50hz o +
80 mA
Los riesgos dependen de otros factores como tensión, intensidad, frecuencia.

Fulguración por rayo

Si bien la fisiopatología de la lesión eléctrica  se conoce completamente, si sabemos que existe una serie de factores relacionados directamente con la gravedad de la lesión. En las lesiones provocadas por alto voltaje, gran pare del daño que se produce es debido a la energía térmica desprendida; la histología de los tejidos dañados muestra generalmente necrosis y coagulación producidas por el calor. Cuando la carga eléctrica es insuficiente para producir un daño térmico, LEE y Cols han propuesto la teoría de la electroformación, de manera que el paso de la corriente eléctrica produciría alteraciones en la configuración de las proteínas afectándose la integridad de la pared celular y su función.
El paso de la corriente eléctrica a través de los tejidos puede producir lesiones cutáneas, viscerales o la muerte. Para que se produzca una lesión eléctrica, o electrocución, es preciso que exista un circuito eléctrico cerrado y que en el mismo haya una diferencia de potencial entre la entrada y la salida de la corriente a través del cuerpo humano.
La simple estimulación de electrones con carga estática no produce lesión, es necesario el paso de electrones a través de los tejidos. En general la corriente tiende a seguir el camino más corto entre la entrada y la salida, independientemente de la diferencia de conductividad (resistencia) de los tejidos corporales.
La gravedad del daño producido por la electricidad, incluyendo la muerte, depende de factores físicos tanto relacionados con la propia corriente eléctrica como con el ser humano, así como de la trayectoria de la corriente, siendo el paso por corazón y cerebro los de mayor gravedad.
Aunque también se deba al paso de una corriente eléctrica, la Fulguración se define como el conjunto de efectos causados por el paso de un rayo por el cuerpo: los efectos de la electricidad atmosférica.
La descarga es visible, con trayectorias sinuosas y de ramificaciones irregulares, a veces de muchos kilómetros de distancia, fenómeno conocido como relámpago. Se puede acompañar de una onda sonora llamada trueno.
Esta descarga puede afectar al paciente en forma directa o también, transmitirse a través de objetos de manera utilizándolos como conductor. Otra manera es a través del aire o del suelo. Las descargas directas son, por lógica, las que producen mayor mortalidad.
Aunque anualmente se registran millones de rayos, los accidentes eléctricos producidos por ellos de forma indirecta son poco frecuentes en nuestro medio, y resultan excepcionales en la infancia. La tasa de mortalidad es más elevada en los grupos de 10 a 20 años y es 7 veces mayor en hombres.
Un rayo puede definirse como una descarga eléctrica atmosférica de alto voltaje, pasajera, cuyo recorrido es del orden de kilómetros. Una sola descarga eléctrica de un rayo consta de 1 a 40 descargas principales, cada una de las cuales va precedida de una descarga guía. Así, en cada descarga se liberan enormes fuerzas expansivas, eléctricas, de la propia corriente y de la atmósfera por la alteración del aire por el cual pasa la corriente.
La mayoría de los rayos discurren de una nube a otra y son pocos los que van desde una nube a la tierra. Casi todos los rayos se producen durante tormentas.
La fulguración es una de las causas de muerte más frecuente por fenómenos naturales, principalmente en países tropicales y subtropicales. Actividades profesionales como el pastoreo o la agricultura, así como las actividades deportivas de montaña son las que más predisponen a sufrir accidentes por fulguración.
También podemos decir que los casos ocurren con mayor frecuencia en lugares lluviosos y durante el verano, o al refugiarse bajo un árbol. Se estima que un tercio de las fulguraciones son mortales, y que el 70 % de los supervivientes presentan secuelas permanentes.
Hay que diferenciar las consecuencias directas (efecto del rayo) de los resultados indirectos en el ambiente peligroso de la montaña alta. De hecho, las lesiones traumáticas debido a una caída son frecuentes.
CONSECUENCIAS DIRECTAS 

•Quemaduras: Por el arco o por el flash si el rayo permanece en superficie; en ese caso, las consecuencias son raramente severas. Estas quemaduras deben ser diferenciadas de las quemaduras electrotérmicas profundas y severas por el efecto de Joule cuando el corriente eléctrico pasa a través del cuerpo. El corriente utiliza con preferencia los caminos de menos resistencia, es decir el sistema vascular y nervioso. 
•Efectos neurológicos: El coma no es raro; puede ser superficial o profundo. La amnesia del accidente es frecuente. Es debido al paso del rayo a través de las estructuras encefálicas. Keraunoparalysis, una lesión periférica con trastornos vasomotores, mejora en el plazo de 24 horas. Las secuelas son frecuentes (hemiplegia, atrofia del córtex, epilepsia, síndrome extrapiramidal, lesiones nerviosas espinales y periféricas). 
•Lesiones cardiovasculares:
El paro circulatorio sucede por asistolia o fibrilación ventricular. Se también puede ver una lesión miocárdica directa por efecto Joule, un contusión miocárdica por la onda de choque, una trombosis de las arterias coronarias o periféricas... Los tardíos trastornos del ritmo necesitan una vigilancia cardiaca por 24 o 48 horas. Hipovolemia puede ser causada por el edema extenso (crush síndrome) o una lesión traumática asociada.
•Lesiones respiratorias: Puede ser un tetanization de los músculos respiratorios por un tiempo corto, una lesión directa de los centros nerviosos, una ruptura bronquial o pleural, o una lesión de la membrana alveolo-capilar cuando el aire recalentado estalla (blast). 
•Efectos neuro-sensoriales: Las lesiones oculares son sobretodo el desprendimiento de la retina y la catarata tardía que deben ser sistemáticamente buscadas. Las lesiones auditivas incluyen la ruptura timpánica y los trastornos del equilibrio debidos al daño del laberinto. 
•Efectos musculares: Una ruptura muscular extensa con necrosis y rhabdomyolysis puede ocurrir en el trayecto de conducción. 
•Efectos renales: Hay principalmente tres consecuencias: una patología tubular debida a la lysis del músculo (el equilibrio fluido temprano es vital); una lesión parenquimatosa debida a una trombosis arterial; una lesión traumática. 
Lesiones cutáneas: Quemaduras de todos los grados, en particular en los puntos de entrada del rayo (la cirugía restaurativa se requiere con frecuencia) y en los puntos en contacto con el metal (equipo, joyería); las arborescencias en hojas de helecho son clásicas.
CONSECUENCIAS INDIRECTAS 

Antes de la fulguración: El pánico en una atmósfera tempestuosa es frecuente. La sencilla detección de un zumbido o de la vista del " fuego de St Elme " puede causar acciones impulsivas que conducen a los accidentes. 
Durante y después de la fulguración: si la víctima no está en una posición segura, el choque puede dar lugar a una caída fatal. 

Por lo tanto, las lesiones traumáticas deben ser buscadas; especialmente las lesiones de la cabeza, de la espina dorsal y de la faja pélvica o escapular. Cada persona golpeada por el rayo es sospechada de tener trauma múltiple. 

Finalmente, si el transporte al hospital no es inmediato (la tormenta retrasa siempre el rescate), la hipotermia aparece rápidamente en esta gente dañada.
Como Actuar para Evitar los Rayos

Retirarse de todo lugar alto; cumbre, cima, loma, y refugiarse en zonas bajas no propensas a inundarse o recibir avenidas de agua.
-Nunca echar a correr durante una tormenta y menos con la ropa mojada, esto es muy peligroso. Creamos una turbulencia en el aire y una zona de convección que puede atraer el rayo.
-Nunca refugiarse debajo de un árbol o una roca o elementos prominentes solitarios.
-Alejarse de objetos y elementos metálicos como; vallas metálicas, alambradas, tuberías, líneas telefónicas e instalaciones eléctricas, railes de ferrocarril, bicicletas y motocicletas, maquinaria...
-Aislarse del suelo y del contacto con charcos o zonas mojadas. Salir inmediatamente y alejarse de ríos, piscinas, lagos, el mar y otras masas de agua.
-Alejarse y NO refugiarse en pequeños edificios aislados como graneros, chozas, cobertizos...las tiendas de campaña tampoco son seguras.





  Escrito por: Mora Pérez Carolina & Moran Calderón Raquel
FISIOPATOLOGÍA GRUPO # 6






No hay comentarios:

Publicar un comentario